Sin embargo, a veces, puede escuchar chillidos porque los frenos están cubiertos de humedad, óxido superficial, suciedad o mugre, particularmente después de que el automóvil ha estado parado durante la noche o durante varias horas. Esos ruidos pueden desaparecer después de aplicar el pedal del freno varias veces o más (y las pastillas de freno han limpiado la sustancia de los discos o campanas). El ruido también puede ser causado por una pastilla o pinza de freno suelta.

Si escuchas un sonido de raspado agudo, eso podría ser un indicador de desgaste de la pastilla que hace sonar la alarma de que llegas tarde para reparar los frenos de tu auto.

Debido a que hay varias posibilidades, la mejor manera de saber si necesita frenos es pedirle a un taller de reparación que inspeccione el estado de todo el sistema de frenos, incluidos los discos (o campanas traseras en algunos vehículos), las pastillas de freno, las mordazas, la bomba de frenos y las líneas de fluido que van a cada rueda.

Sus oídos, pueden informarle cómo se sienten y funcionan los frenos, pero un taller de reparaciones puede informar más sobre lo que está mal y lo que debe repararse. El recorrido excesivo del pedal del freno podría significar pastillas desgastadas, por ejemplo, pero también podría ser causado por un bajo nivel de líquido de frenos. Si bien los síntomas pueden ser los mismos, los tratamientos son muy diferentes.

Un taller de reparación no solo debe mirar los frenos para ver qué está mal, sino que también debe medir el grosor de las pastillas y los discos y si están desgastados de manera uniforme. Los fabricantes dan las especificaciones técnicas de cuándo se deben reemplazar las piezas, por ende, es importante visitar un taller de reparación que cuente con los manuales de fábrica para cada marca o vehículo.

Aquí hay cuatro cosas a tener en cuenta.

1. Viaje brusco, incómodo o ruidoso
La mayoría de las personas pueden notar que los amortiguadores se están desgastando cuando comienzan a sentir cada bache en el camino, o cuando cada bache hace que la carrocería del vehículo ``rebote``. Un viaje brusco o cualquier ruido en la suspensión es una señal obvia de que su vehículo necesita un mantenimiento.

2. Desviarse al conducir
Con un sistema de suspensión defectuoso, a menudo sentirá que el vehículo se ``desvía`` o ``jala`` cuando está girando o en rectas. Básicamente, esto significa que los componentes de suspensión ya no mantienen estable la carrocería del vehículo.

3. Neumáticos desiguales
Echa un vistazo a tus neumáticos. Si nota que la banda de rodadura se desgasta de manera desigual en sus llantas, esto a menudo es un síntoma de que la suspensión no sostiene el automóvil de manera uniforme y, por lo tanto, ejerce una presión desigual sobre las llantas.

4. Componentes ``aceitosos`` dañados
Si puede mirar debajo del vehículo, eche un vistazo directamente a los amortiguadores. Si se ven grasientos o aceitosos, hay una buena posibilidad de que estén goteando líquido y, por lo tanto, no funcionen correctamente. Probablemente sea hora de reemplazarlos.

Si sospecha que su suspensión va mal (tal vez debido a uno o más de los síntomas que mencionamos anteriormente), visitenos para realizar un diagnóstico.